[vc_row iw_layout=”wide-bg”][vc_column][vc_row_inner equal_height=”yes” gap=”35″][vc_column_inner width=”1/4″][vc_wp_custommenu nav_menu=”41″ title=”ENFERMEDADES OCULARES” el_class=”enfermedades_oculares”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”3/4″][inwave_heading preview_style_1=”” title=”{SUPERFICIE OCULAR: CONJUNTIVA Y CORNEA}”][vc_column_text]
La córnea es la capa externa del ojo, es transparente, curvilínea y actúa como la primera lente que encuentra la luz cuando penetra en nuestro globo ocular.
Para la correcta función de la córnea ésta debe mantenerse transparente y es necesario que posea una curvatura adecuada de modo que cumpla unas buenas propiedades ópticas de refracción.
La córnea cumple funciones defensivas frente a traumatismos e infecciones protegiendo al ojo de gérmenes y otros factores externos de riesgo. Muchas enfermedades adquiridas o congénitas le afectan.
Por tanto, la córnea ayuda a proteger fundamentalmente la órbita ocular, el párpado, las lágrimas y la esclerótica (la parte blanca del ojo).
Además de la transparencia de la córnea depende la capacidad visual de cada persona por eso podemos considerar a la córnea como la primera lente del sistema óptico de nuestros ojos, ya que una deformidad o falta de transparencia causará una mala imagen en la retina.
Por tanto, una de sus principales funciones es el enfoque de las imágenes adaptándose a la visión cercana y lejana.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][inwave_heading preview_style_1=”” title=”{Causas de daños en la córnea}” sub_title=”Los más frecuentes son:” align=”center”][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner gap=”35″][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Arañazos en la córnea}” description=”Resultado de una alteración o pérdida de células en la capa externa de la córnea.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3140″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Lesión Química}” description=”Resultado por químico nocivo que entra en contacto con el ojo.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3141″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Abuso lente de contacto}” description=”Causado por el mal uso de las lentes de contacto, o resultado de no cambiarlo despues de 6 meses.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3142″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner gap=”35″][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Objetos Extraños}” description=”Contacto en el ojo de agentes extraños: sensación de cuerpo extraño, dolor, visión borrosa.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3143″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Exceso de Luz}” description=”Exceso de rayos ultravioleta en el ojo, Luz directa del sol, Luz artificial, destellos de luz.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3144″][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/3″][inwave_item_info style=”style1_4″ preview_style4=”” title=”{Infecciones}” description=”Infecciones causadas por hongos, virus o bacterias.” icon_size=”100″ align=”center” img=”3145″][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_empty_space][vc_row_inner][vc_column_inner][inwave_heading preview_style_1=”” title=”{Enfermedades de la córnea}” sub_title=”Hay muchas enfermedades propias de la córnea, tanto hereditarias como adquiridas. Por su importancia podemos destacar las siguientes:” align=”center”][vc_empty_space][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_tta_accordion active_section=”-1″ collapsible_all=”true”][vc_tta_section title=”QUERATOCONO” tab_id=”1563493174473-3f64095d-e7b6″][vc_row_inner gap=”35″][vc_column_inner width=”1/2″][vc_video link=”https://www.youtube.com/watch?v=zIYyb9MxMrw”][/vc_column_inner][vc_column_inner width=”1/2″][vc_column_text]
El queratocono es una enfermedad de la córnea donde se produce un adelgazamiento con deformidad de la misma córnea, afectando la calidad de visión en una forma que puede ser leve hasta incluso ser muy severa para el paciente.
Queratocono significa córnea de forma cónica, y aunque la causa exacta de la enfermedad se desconoce, se han identificado algunos factores genéticos y ambientales, siendo el más importante el frote ocular con antecedentes médicos de alergia.
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En su fase incipiente, que se produce en la adolescencia, el queratocono ocasiona un astigmatismo irregular causado por la deformación de la córnea. La visión borrosa y la distorsión de las imágenes son los síntomas de este deterioro de la vista que luego progresa con mayor o menor rapidez a lo largo del tiempo. El empeoramiento se produce en la visión diurna a cualquier distancia (astigmatismo y miopía) y también en la visión nocturna, pudiendo estar asociados otros síntomas: fotofobia, fatiga ocular e irritación de los ojos. También se puede producir dolor ocular.
La progresión de la enfermedad es diferente en cada ojo y ha de sospecharse de la existencia de queratocono siempre que haya una constante modificación de la graduación del astigmatismo y la miopía, con el agravante de que no se puede corregir adecuadamente con el uso de gafas.
[/inwave_accordion_item][inwave_accordion_item title=”Tratamiento”]
El tratamiento del queratocono depende del momento del diagnóstico y del grado de evolución que haya alcanzado la enfermedad. En la fase más inicial puede iniciarse un tratamiento farmacológico (lágrimas artificiales y medicamentos para la alergia) dirigido a mejorar la superficie de la córnea, ya que la protusión característica de esta enfermedad es muy leve. El siguiente paso es corregir el astigmatismo con lentes de contacto, ya que con las gafas no se puede lograr este objetivo. Con el tiempo habrá que modificar la curvatura de las lentillas para adaptarlas a la deformación de la córnea o incluso combinar lentillas blandas y duras. Cuando ya no es posible la corrección de las alteraciones visuales con lentes de contacto la única opción de tratamiento es la cirugía.
Aunque hasta no hace mucho sólo cabía esperar el trasplante de córnea, en la actualidad se han desarrollado técnicas terapéuticas eficaces que pueden evitar el trasplante, como son el Crosslinking corneal y el implante de anillos intracorneales.
No existe un tratamiento para regresar el daño que se encuentra cuando vemos córneas con queratocono. Muchas veces debemos formular gafas, lentes de contacto e incluso programar cirugías más complejas como segmentos de anillos intraestromales, lentes fáquicos o trasplantes de córnea, para tratar de mejorar la visión de nuestros pacientes.
Dependerá entonces de una revisión de cada ojo y de cada córnea en particular por parte de un oftalmólogo experto, quien, apoyado en diferentes exámenes, recomiende el mejor tratamiento para cada caso en particular.
Hasta hace un par de años atrás, no existía ningún tratamiento que demostrara frenar eficazmente el avance del queratocono.
Hoy podemos ofrecer a nuestros pacientes una pequeña cirugía llamada Crosslinking Corneal, que traduce entrecruzamiento.
Esta es una cirugía ambulatoria donde se le coloca una vitamina sobre la córnea del paciente, y bajo una luz ultravioleta especial, se inducen nuevos enlaces en las fibras de la córnea, lo que se traduce en un endurecimiento de la córnea, frenando la progresión del queratocono.
Esta cirugía se realiza en pacientes en quienes se ha demostrado la progresión de la enfermedad en diferentes controles y con diferentes exámenes.
El objetivo de esta cirugía consiste justamente en la estabilización del queratocono y así tratar de evitar la progresión, que en el peor de los casos puede terminar en un trasplante de la córnea.
Finalmente, si ninguno de los tratamientos ya mencionados impide la progresión de la enfermedad, habrá que recurrir al trasplante de córnea, que en los últimos tiempos ha evolucionado mucho. En la actualidad se utiliza una técnica denominada cirugía Lamelar que, en lugar de tener que trasplantar la totalidad de la córnea, permite que sólo se trasplante la parte afectada de la córnea. Es una técnica menos agresiva, en la que se reduce la posibilidad de rechazo favoreciendo la adaptación del nuevo tejido al ojo y que permite una recuperación más rápida.
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Esta enfermedad puede ser causada por diferentes agentes, incluyendo bacterias y virus. Adicionalmente existen conjuntivitis de tipo alérgico.
Conjuntivitis bacteriana: Se presenta por el ingreso de bacterias al ojo (usualmente por haberse contaminado las manos y luego tocado los ojos).
Se caracteriza por presencia de secreción muco-purulenta (conocidas en leguaje no medico como “lagañas”) y enrojecimiento ocular. Generalmente no hay dolor y no se afecta la visión. Es importante consultar al oftalmólogo con el fin de recibir el tratamiento adecuado con antibióticos, para disminuir la posibilidad que la conjuntivitis aguda se pueda transformar en conjuntivitis crónica.
Conjuntivitis viral: Se caracteriza usualmente por un enrojecimiento mayor que la conjuntivitis bacteriana, y menor secreción. Es una enfermedad altamente contagiosa, por lo que es muy importante evitar tocarse los ojos y además lavarse las manos tan pronto se los toque. En la casa se debe tener una toalla aparte, y tener cuidado de evitar contacto cercano con las demás personas. Esta conjuntivitis puede en un momento dado afectar la córnea y disminuir la visión, por lo cual es importante consultar al oftalmólogo.
Conjuntivitis alérgica: Se caracteriza por enrojecimiento y sensación de rasquiña en los ojos. Es desencadenado por sustancias o partículas del medio ambiente que pueden ser: polen de plantas, pelos de animales, ácaros que se acumulan en los sitios en donde hay polvo casero, sustancias químicas. Es necesario disminuir en lo posible la exposición a estos elementos y además consultar para recibir tratamiento con antialérgicos oculares. Es muy importante evitar frotarse directamente sobre los ojos, porque este trauma repetitivo puede desencadenar otras enfermedades graves de los ojos, como el Queratocono.
[/inwave_accordion_item][inwave_accordion_item title=”Tratamiento”]
Las causas que ocasionen la conjuntivitis influirán en su tratamiento. Para empezar, deben limpiarse los ojos, quitando las secreciones con un paño limpio, agua hervida tibia o suero fisiológico estéril. También suelen ser útiles las compresas frías y los analgésicos.
El tratamiento puede ser la administración de colirio, pomada o gel antibiótico. Para mejorar la conjuntivitis alérgica o vírica, sin embargo, lo más efectivo es el uso de gotas oftálmicas con corticosteroides, que nunca deberán utilizarse en el caso de que la infección se haya producido por herpes, ya que los corticosteroides empeoran la infección.
El tratamiento suele durar una semana: las gotas se administran entre cuatro y seis veces diarias y la pomada o el gel entre dos y tres veces al día. El gel utiliza menos veces en comparación con el colirio y no nubla la vista (lo que sí ocurre con la pomada).
Si persisten los síntomas solicite una cita con nuestros especialistas.
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Es una enfermedad de la parte externa del ojo (párpados, conjuntiva, córnea y lágrima) que se produce cuando pierde su función de proteger, lubrificar y mejorar la visión, lo que provoca molestias, inflamación y alteración de la visión.
La disminución de la lubricación de los ojos, llamado síndrome de ojo seco, es una enfermedad muy común en adultos, que puede afectar hasta el 30% de los mayores de 40 años (especialmente las mujeres).
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Se han relacionado como posibles causas los cambios normales del organismo con la edad y además los cambios hormonales especialmente en el sexo femenino.
También hay otros casos de ojo seco, usualmente más graves, relacionados con enfermedades autoinmunes, en las cuales el organismo ataca tejidos del mismo cuerpo, conocido el síndrome de Sjögren, que se acompaña también de resequedad en la boca y puede asociarse con artritis reumatoidea.
El síndrome de ojo seco puede ser muy incómodo. La resequedad puede generar síntomas característicos como sensación de cuerpo extraño o arenilla en los ojos, además puede hacer sentir resequedad, escozor o irritación. Ocasionalmente pueden cursar con visión borrosa la cual mejora con el parpadeo.
Hay muchos factores que pueden empeorar el ojo seco como el clima seco, el humo, la polución, el uso de lentes de contacto, las alergias oculares, el consumo de ciertos medicamentos como los antihistamínicos, antidepresivos o medicación para el acné y ciertas cirugías oftalmológicas como la cirugía refractiva.
[/inwave_accordion_item][inwave_accordion_item title=”Tratamiento”]
El diagnostico normalmente se hace en el examen oftalmológico, aunque en ocasiones su oftalmólogo puede solicitar la colocación de tiras de papel especial para medir la cantidad de lágrima (test de Schirmer) y la colocación de tinciones especiales en la superficie ocular para evaluar sus alteraciones.
Adicionalmente otro factor a tener en cuenta en el síndrome de ojo seco es la cantidad y calidad de producción de un aceite especial que producen unas glándulas en el borde de los párpados (glándulas de Meibomio).
El tratamiento va desde medidas caseras para mejorar la producción del aceite de las glándulas de los párpados, el uso de gotas lubricantes en gotas o gel, y en algunos casos más avanzados el uso de medicamentos más potentes como inmunomoduladores (ciclosporina y tacrolimus) o antiinflamatorios esteroides. También se pueden usar unos tapones especiales en el punto lagrimal, para que la lágrima permanezca más tiempo en la superficie del ojo.
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La blefaritis o inflamación de los párpados, es un trastorno bastante frecuente que afecta el área palpebral donde crecen las pestañas. Los síntomas más frecuentes comprenden: ojos llorosos, ojos rojos, sensación de arena, ardor o escozor en los ojos, descamación y caspa a nivel de las pestañas, sensibilidad a la luz, pérdida de pestañas, entre otros.
La blefaritis es un trastorno de larga evolución que no es fácil de tratar, si bien en general no genera amenaza importante para la visión, los síntomas pueden afectar de manera importante la calidad de vida de los pacientes.
Para el tratamiento su oftalmólogo indicará medidas higiénicas, calor local y según el caso, podrían prescribirse antibióticos o agentes antiinflamatorios. Debido a que la cura definitiva del cuadro no es posible, el objetivo de la terapia radica en controlar los síntomas, mejorar la calidad de vida de los pacientes y evitar la aparición de complicaciones como alteraciones corneales o infecciones severas a nivel palpebral.
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Tradicionalmente cursa con inflamación, borde rojo de los párpados, descamación y rasquiña. También puede producir ardor ocular, ojo rojo y sensación de cuerpos extraños en el ojo.
Normalmente no es una enfermedad que con lleve a pérdida de la visión, pero condiciona al ojo a estar propenso a múltiples alteraciones como caída de pestañas, infecciones a repetición, ojo seco, deformidades de los párpados, entre otros.
Normalmente se asocia a inflamación de unas pequeñas glándulas que tenemos dentro de los párpados que se llaman Glándulas de Meibomio, que son las encargadas de producir la grasa indispensable para la buena lubricación de la superficie ocular.
Las blefaritis pueden ser infecciosas, no infecciosas o mixtas, siendo, dentro de las causas infecciosas, la más frecuente la blefaritis por el Demodex folliculorum (un micro parásito), pero también pueden estar involucrados bacterias, virus y hongos.
[/inwave_accordion_item][inwave_accordion_item title=”Tratamiento”]
El paciente que sufre blefaritis debe seguir una pauta muy concreta de limpieza de los párpados el cual realizamos aquí en nuestro Centro Oftalmológico de Tecnología Avanzada COTA
Es muy importante la valoración por un oftalmólogo especialista en segmento anterior, para determinar la localización de la blefaritis, tratar de identificar las diferentes causas, y dependiendo de ello, ofrecer las mejores alternativas en el tratamiento, que incluye la higiene permanente y constante de la parte externa de los ojos, el uso de compresas a una temperatura determinada, y en situaciones más complejas, el aseo por parte de personal entrenado, el uso de antibióticos tópicos u orales, o incluso pequeños procedimientos quirúrgicos.
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El Pterigion es un crecimiento de la conjuntiva y de tejido fibrovascular que se presenta producto de la exposición a rayos UV y al micro trauma repetitivo (polvo, viento e irritantes crónicos). La conjuntiva tiene su límite anatómico en el limbo corneal (borde la córnea), denominándose Pterigion en el momento en que ésta sobrepasa este límite generando una “tela” sobre la córnea.
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Se presenta con mayor prevalencia en países ecuatoriales como Colombia, afecta más a hombres que a mujeres y su pico de aparición es entre los 20 y 30 años.
Los síntomas que produce son enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, ardor y dolor tipo punzada. Los pterigios pueden alterar la calidad de la visión al inducir astigmatismo corneal, empeorar el ojo seco y cuando son de gran tamaño pueden acercarse e inclusive sobrepasar el eje visual deteriorando la visión.
[/inwave_accordion_item][inwave_accordion_item title=”Tratamiento”]
Estas patologías se pueden tratar inicialmente con colirios lubricantes o ciclos cortos de antiinflamatorios; si los síntomas persisten, se observa un crecimiento rápido o amenazan el eje visual se podría considerar el manejo quirúrgico.
En la cirugía lo que se busca es retirar la conjuntiva y el tejido fibrovascular anómalo e intercambiarlo por conjuntiva sana que se fija con puntos de sutura por un tiempo no mayor a 10 días. El Pterigion puede recidiva si el paciente no se protege de los Rayos UV y si no se lubrica adecuadamente los ojos.
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