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Tumores Resección y Biopsia

TUMORES, RESECCIÓN Y BIOPSIA

Los tumores de párpados soy muy comunes y son un motivo de consulta frecuente al oftalmólogo. Engloban una amplia variedad de lesiones que pueden ser benignas o malignas.

La mayoría son benignas, las cuales generalmente son asintomáticos y sólo son un problema estético, se ven como “lunares”, “quistes”, o “verrugas”. En algunos casos pueden crecer, multiplicarse y afectar el borde libre del párpado, lo que ya se vuelve un problema funcional. Su tratamiento es sencillo, puede requerir resección, cauterización o crioterapia, sin dejar una cicatriz significativamente evidente.

También existen una variedad de tumores malignos que pueden afectar los párpados, existen varios tipos, siendo el más frecuente el carcinoma baso celular.

Suelen presentarse en personas mayores de 40 años. Los factores de riesgo más importantes son la exposición solar crónica y las pieles claras. Inicialmente, aparecen de forma repentina como nódulos, “bultos”, “granos”, del mismo color de la piel o más pigmentados, su velocidad de crecimiento es variable, generalmente crecen rápido en cuestión de meses, y se empiezan a ver cambios en su color, forma o ulceraciones (“costras que no cicatrizan”).

Muchos de éstos cambios son tan rápidos y no perceptibles por los pacientes inicialmente, sino hasta fases avanzadas. Por esta razón, ante la presencia de alguna lesión en el párpado es recomendable asistir al oftalmólogo, quien hará un examen detallado por medio de la lámpara de hendidura para identificar los signos de malignidad y decidir tratamiento.

El tratamiento de los tumores malignos de párpados generalmente inicia con una biopsia, es decir, un procedimiento quirúrgico realizado bajo microscopio, donde se extrae una parte o la lesión completa para enviarla a estudio de patología y aclarar el diagnóstico.

Según el resultado, puede requerir una cirugía mayor para hacer la resección completa de los residuos del tumor y dejar los bordes libres de tumor. Según el caso, los tumores palpebrales pueden conllevar la extracción de una parte importante del párpado, y a continuación, el oftalmólogo subespecialistas en Cirugía Plástica Ocular realiza la reconstrucción del párpado afectado para restablecer la apariencia y función palpebral, puede requerir el uso de colgajos o injertos tomados del otro párpado, de la zona periocular o a distancia como, por ejemplo, detrás de la oreja.

Infortunadamente, existen casos muy avanzados donde el tumor maligno de párpados se extiende e invade la superficie del globo ocular o penetra la órbita requiriendo cirugías más agresivas, y muchas veces requerir radioterapia o quimioterapia complementaria.

Después de la cirugía que controla la enfermedad, puede haber recurrencia de las lesiones malignas con el tiempo en el mismo lugar o en su proximidad, por lo que se debe asistir a seguimientos periódicos con el especialista.

Tras la operación es importante no tocarse ni frotarse el ojo operado bajo ningún concepto, durante los dos primeros meses secarse la cara solo con toques suaves. Desde el día siguiente a la operación puede lavarse la cabeza con normalidad.

Transcurridos tres días de la operación se puede hacer deporte, pero si este es acuático deberá esperar dos semanas y si es de contacto de dos a tres meses. De manera indefinida en caso de sufrir un golpe fuerte la lámina corneal que se levanta durante la cirugía (flap) puede desplazarse.

Deberá evitar el uso de rímel y lápiz de ojos durante las dos primeras semanas.

Equipo Humano